SIGUIENDO TUS HUELLAS

01.11.2015 22:07

 

LA"CAUSA PRIMERA" DEL UNIVERSO FUE LA QUE ESTABLECIÓ LAS LEYES DE LA NATURALEZA. A medida que fue aumentando el conocimiento, las teorías del origen de nuestro planeta fueron pasando de la geocéntrica (la tierra como centro) a la heliocéntrica (el sol como centro); luego al origen de las galaxias a partir de una nube de hidrógeno, para finalmente concluir en un origen universal común.

 

El Big bang es la teoría que se opone a la que sostiene que el universo siempre ha existido así como lo conocemos. También le llaman "La Gran Explosión" o teoría "Estándar", que es la teoría más admitida actualmente -aunque también la más discutida por los graves problemas que todavía no pudo resolver-. Parte de un centro universal hace 13.810 millones de años -aunque ahora admiten que podría ser mucho antes-.

 

Se cree que a partir de lo que llaman "singularidad", es decir en un estado de densidad infinita que podríamos llamar vacío casi total, se formó una especie de sopa de partículas elementales subatómicas a muy altas temperaturas, que no saben explicar cómo; de dónde aparecieron, ni porqué ley se juntaron, pues las fuerzas gravitacionales de hoy no apoyan la teoría. En un solo punto del espacio universal se formaron los quark y antiquark, que se unieron por una poderosa fuerza que no se explica, y elevó aun más la temperatura hasta producir una explosión universal. Y en una millonésima fracción de segundo de la explosión, se formó primero el "bosón de Higgs", las primeras partículas con masa; luego los protones, antiprotones, electrones y neutrones necesarios para que luego pudieran surgir los primeros átomos de hidrógeno con sus isótopos (el protio, deuterio y el tritio), en sólo tres minutos y medio.

 

A la media hora ya se había formado un plasma de hidrógeno y helio, y después el litio y finalmente el berilio. Un millón de años después que esta fuerza atómica se enfriara y se expandiera en el espacio, se agruparon formando gérmenes de galaxias, donde muchas estrellas de gran masa explotaron como supernovas, produciendo los átomos de carbono, necesarios para la vida, y los átomos más pesados como el plomo, el hierro, el uranio, etc.; y 100 millones de años más tarde las galaxias, para que finalmente, a los 10.000 millones de años después, se originara nuestro sistema solar.

 

Todo parece muy razonable, hasta que nos preguntamos, ¿cómo fue posible que una fuerza inconsciente pudo haber formado por azar el átomo de hidrógeno y sus isótopos en pocos minutos? Ahora se sabe que el átomo es mucho más complejo de lo que se pensaba. Y está regido por leyes tan sofisticadas, que ni el más destacado hombre de ciencia puede entender plenamente y menos reproducir. Por eso, especialmente a partir de los estudios de la mecánica cuántica iniciada por Bohr, y con la ayuda del microscopio electrónico, se multiplican los modelos atómicos y las teorías.

 

Así que aquí, una "Causa primera" inconsciente, no puede ser razonablemente admitida sin entrar en el primer círculo vicioso: O las normas atómicas se formaron antes de las partículas subatómicas, o fueron estas partículas las que las establecieron sin tener conciencia de sus actos; pues todos sabemos que si hay leyes naturales tiene que haber en la naturaleza un legislador. Estas normas están tan bien establecidas, que Dimitri Mendeléyev pudo mostrarnos la tabla periódica de los elementos. Y el hidrógeno, que en la teoría Estándar es el más antiguo de los átomos, permanece estable sin variación después de miles y miles de millones de años. Así que cualquiera sea la respuesta del que rechaza la existencia de un legislador universal, sea personal o no, queda en la insuficiencia.

 

Hoy, el origen del cosmos ha sufrido un cambio notable. En lugar de 13.700, que después se concretó "exactamente" en 13.810 millones de años, se cree ahora que el origen fue hace 14 billones, mediante una partícula que le llaman "inflaton", bajando la temperatura inicial por la explosión a 1028 ºC; formándose los gluones, quarks, fotones y el plasma a 1027 ºC. Al aglutinarse los quarks en grupos de tres, dieron origen a los protones y neutrones a 1015 ºC. Y al enfriarse en 3000 ºC formaron los primeros átomos neutros.

 

Pero los problemas continúan: ¿Cómo logró el azar que al único protón del hidrógeno se le sumara otros en el mismo núcleo, formando el helio y los demás átomos de mayor masa atómica? La ley que conocemos nos dice que dos protones juntos con la misma carga eléctrica se deberían repeler, destruyendo enseguida el núcleo del átomo. ¿Qué ley conocía entonces el azar; o qué hizo para que estas dos fuerzas positivas obraran juntas en el breve tiempo en que se formó el helio, según proponen? ¿Cómo sabía que la fuerza electrostática debía ser equilibrada exactamente con la fuerza nuclear fuerte, para evitar que los protones volaran en pedazos? Aquí vemos una fuerza inconsciente universal que es más inteligente que el hombre, siendo el único ser que se asombra al saberlo, porque posee la capacidad intelectual para reconocerlo.

 

Entonces se creó la hipótesis de la presencia del "gluón". El Premio Nobel de Física, Leon Lederman, dijo que esta fuerza misteriosa es capaz de fijar la masa del resto de las demás partículas existentes.[11] Pero todavía muchos dudan de la existencia de los "gluones". Stephen Wolfram dijo que la llamada "partícula de Dios", o bosón de Higgs, puede producir sorpresas, porque todavía hay mucho que desconocemos. Mart de Groot, director del Observatorio Armagh en Irlanda del Norte, tuvo que decir: "El Big Bang no ofrece una explicación del origen de la materia primordial en sí".

 

Sólo esto ya es suficiente para que el investigador sin prejuicios admita que esa Causa Primera universal no pudo ser inconsciente. Lo que llama la atención, es que muchos científicos que son evolucionistas no aceptan que Dios pueda ser el origen del Big Bang, porque dicen que nadie estuvo presente para probarlo. Pero, como vimos, no están dispuestos a aplicar la misma regla para su teoría que llaman científica. Esta es una de las causas por qué en los EE.UU. se ha iniciado una controversia con demandas judiciales, que los mismos defensores de la teoría de la evolución ya admiten que no concluirá en años, porque los norteamericanos, en su gran mayoría, son contrarios a la evolución.

 

Un poco más de la mitad de los científicos creen en Dios, pero no se animan a manifestarse por temor a que le nieguen a publicar sus investigaciones. No sucede lo mismo con algunos científicos más jóvenes de entre 18 y 34 años de edad. La controversia que se desató en una escuela estatal de Denver, en 2004, ayudó a varios científicos desconformes con el darwinismo, a promover diálogos públicos. Pero Richard Dawkins y otros ateos trataron de impedirlo, argumentando que no estaban dispuestos a discutir con científicos ignorantes -por supuesto era una excusa, ya que sí respondieron mediante editoriales que sólo daban entrada a los científicos evolucionistas-.

 

Esto motivó a que Phillip Johnson, que en 1991 había publicado con éxito su libro: "Darwin a examen", se uniera con el bioquímico Michael Behe, autor del libro "La caja negra de Darwin", y el profesor de filosofía Williams Dembski, para proponer la teoría del "Diseño inteligente". Entonces la controversia se extendió a Kansas, Missisipi, Arkansas, Minnesota, Nuevo México y Ohio, recibiendo el apoyo de unos 400 científicos más.

 

Es correcto impedir la enseñanza religiosa en los centros estatales de estudio. Pero no lo es cuando se argumenta que el "Diseño inteligente" no se le debe aceptar porque puede tener el apoyo de las religiones fundamentalistas; o porque aseguran que se trata de una enseñanza religiosa con una máscara de ciencia, ya que algunos de ellos no creen la Biblia ni en un Dios personal. Además, es también una de las tantas causas por qué la teoría de de la evolución biológica hoy está en crisis, como veremos después. De paso, es paradójico que, sin saber, muchos de estos científicos ateos enseñen en las instituciones estatales, conocimientos cuya fuente primera fue la Biblia, y confirmen leyes que fueron descubiertas por religiosos como Newton.

 

Volviendo a la teoría del Big bang, el físico Paul Davies calculó que para que la gran explosión cósmica se expandiera sin la intervención de un diseñador inteligente, con la "precisión" que necesitó para llegar a la posición actual, las probabilidades necesarias llegarían a una parte entre 10.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.

 

Las últimas mediciones de la constante de Hubble, que permite calcular la edad del universo, nos revela un valor alto que hace que el universo sea de sólo 8.000 millones de años. Por lo tanto, habría estrellas más antiguas que el mismo universo que las cobija, y la teoría del Big bang quedaría en descrédito. Se han detectado supercúmulos de galaxias de 300 millones de años luz. Para formar esas estructuras gigantescas, se requeriría de 80.000 a 100.000 millones de años, lo que es cuatro veces la edad posible del universo de acuerdo con el Big bang. Además, ahora se sabe que la densidad de materia universal es 100 veces menor a lo exigido por la teoría; y esto ya la hace insostenible. Es por eso que ahora se anuncia un origen mucho más antiguo. Pero no sabemos cuánto tiempo durará, hasta las nuevas hipótesis cósmicas que se divulguen.

 

En enero de 1986 se reunieron en un simposio los cinco científicos más destacados y famosos de la física y la astronómica, entre los cuales se encontraba todavía en vida el conocido Carl Sagan. Cuando en un momento se dio lugar a preguntas, una mujer preguntó cómo pudo formarse a partir "de una sola masa cósmica" de hidrógeno, todo lo que vemos en el universo y en la tierra. Los cinco panelistas "se miraron unos a otros", y luego de un largo silencio, el Dr. Bruce Murray, vicepresidente de la Sociedad Planetaria, dijo: "Señora, Ud. ha hecho la pregunta más difícil para un astrónomo del espacio y quizás para todo científico [...] No sólo no sabemos la respuesta, pero quizás la ciencia nunca lo sabrá".

 

A pesar de esto, el astrofísico inglés Brandon Carter, habla del "Principio Antrópico" (1974), asegurando que "el universo resulta tener, con toda exactitud, las propiedades requeridas para engendrar un ser capaz de conciencia y de inteligencia". Si asombra pensar que este azar logró fabricar el átomo, ¿cuánta fe necesitaríamos para aceptar que también logró formar al hombre?.


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