SIGUIENDO TUS HUELLAS
ESTE DIOS ES UN INVENTO. La infinitud de Dios es incompatible con la existencia de cualquier otra realidad que pueda limitar con la suya. Este pensamiento de Spinoza echa por tierra la imagen que tenemos de un Dios con cuerpo o espíritu semejante a una persona. Este concepto sustituye a ese Dios con aspecto de ancianito con barba blanca sentado en un sillón, por la de un Dios global que es todo y es la totalidad de lo existente.
En occidente, los países cristianos ( católicos o protestantes) tenemos un concepto de Dios que no es nuestro, es de un país pequeño de Oriente llamado Israel. Lo pusieron por escrito los dirigentes del antiguo Israel, después lo copió el cristianismo, y gracias al poder del catolicismo se fue expandiendo a toda Europa y América.
A los dirigentes todopoderosos les interesó crear y desarrollar la idea de un Dios personal. Ese Dios es muy rentable para el crecimiento de su negocio “espiritual”, dado que a la humanidad le resulta mucho más creíble la fantasía de un Dios personal que observa, que beneficia o castiga según su voluntad, con sentimientos y cualidades humanas.
A todas las religiones y sectas de ese Dios con su barba y bastón les va muy bien. Sus fieles cumplen mandatos, pagan diezmos, rezan, ayunan, etc. Si se les cae ese invento, su negocio termina.