EL - AUTÉNTICO - JESÚS DE NAZARETH ( 7 )

29.02.2016 21:24

El anterior artículo versaba sobre la correcta interpretación de la última cena de Jesús y sus compañeros. Antes de continuar con una cronología acorde a los acontecimientos, voy a exponer hoy otra anécdota sorprendente y falsa desde el punto de vista histórico.

La expulsión de los mercaderes del Templo. Todo es atípico allí: Jesús montado en cólera, el Templo hecho un mercado, y montones de mercaderes viendo como un hombre solo desmantela un centro comercial completo sin hacer nada.


Hay varios problemas con la anécdota. Más allá de que el texto de los evangelios parezca sugerir un tamaño más grande de lo real para el mercado, sorprende la frase de que Jesús no permitió que nadie atravesara el Templo llevando utensilio alguno. Para ello, hubiera tenido no sólo que expulsar a los comerciantes, sino ¡también a los sacerdotes! Y de paso, al pueblo. Extraño: el relato define sutilmente que todo el problema del Templo era un asunto de doctrina.
 

Queda descartada idea de que haya sido algo subversivo. Si lo hubiera sido, como tradicionalmente se cree (incluso, de aquí se han derivado las interpretaciones románticas más apasionadas sobre el Jesús revolucionario), la guardia del Templo lo habría arrestado y se le habría juzgado por poner el desorden. Pero no: Jesús fue arrestado en secreto, de noche, en Gethsemaní. Incluso, él mismo pregunta en ese momento: “¿Cómo a un ladrón me vienen a arrestar? Todos los días he estado en el Templo…” Algo no cuadra allí, parece que los que son tontos son los sacerdotes y la guardia del Templo.
 

A la imaginación popular no le molesta ver a los apóstoles como gente insegura antes del Pentecostés, o a los sacerdotes como gente tonta y que nunca sabe qué hacer con Jesús. Pero seamos fríos: ¿realmente se trata de la historia de una persona cuya inteligencia brillaba como sol, sólo porque se rodeaba de seguidores y enemigos imbéciles?


No es posible. Es imposible suponer que el cristianismo, una de las más complejas dinámicas sociales, culturales y religiosas de la Historia, haya surgido de un relato tan tonto. Menos aún es posible imaginarnos que un texto apocalíptico fuera tan malo. No nos quedan muchas opciones. De hecho, la única razonable es admitir que la lectura superficial del relato no nos ofrece la anécdota correcta, y que debemos ir en busca de una lectura encriptada. Para no aburrirte...ya lo iremos descubriendo.