EL - AUTÉNTICO - JESÚS DE NAZARETH ( 3 )
La única secta judía de la época que cultivó la literatura apocalíptica fue la Esenia. Jesús inició su ministerio bajo la tutela de un predicador apocalíptico (Juan el Bautista), y dirigió un movimiento bajo la consigna escatológica de que “el Reino de los Cielos estaba cerca” (una idea netamente apocalíptica); organizó a sus seguidores siguiendo los criterios Esenios, atestiguados por varios documentos apocalípticos de Qumrán, y antes de morir dio un discurso apocalíptico al cien por cien, tanto en forma como en contenido.
Por eso me parece ineludible aceptar que hubo un vínculo de Jesús con los Esenios de Qumrán, mucho más estrecho de lo que muchos académicos quieren aceptar. Por eso, justamente, creo que el acercamiento correcto al Evangelio Original debe tomar como base la literatura de Qumrán.
Las ideas de los sectarios de Qumrán son las fundamentales para entender el punto de partida desde donde debemos estudiar al Jesús histórico. Algunas de esas ideas se pueden resumir del siguiente modo:
1. El ejercicio del poder, tanto político como religioso, era ilegítimo por completo. Judea no estaba gobernada por la gente correcta, ni el Templo era dirigido del modo correcto.
2. La Historia es lineal y el destino de la humanidad ya está prefijado por Dios mismo. Sus profetas habrían ya anticipado lo que estaba por suceder.
3. El Fin de los Días implicaría una batalla final entre los Hijos de la Luz y los Hijos de las Tinieblas. Para los Esenios-Qumranitas no había dudas del enemigo a vencer: Roma.
4. La derrota de Roma habría de ser seguida por la renovación total de las instituciones judías: un nuevo cielo y una nueva tierra implicaban una nueva era tanto en el gobierno político como en el religioso, una vez que la dinastía usurpadora —los Herodes— fueran eliminados del panorama político, y ello permitiera la restauración del verdadero modo de ejercer el sacerdocio.
Comenzamos con este artículo descubriendo a la persona encargada de derrotar al invasor Romano, poner orden en el Templo y comenzar una nueva era. Dicho Esenio fue el conocido por nosotros como Jesús de Nazareth.