EL -AUTÉNTICO- JESÚS DE NAZARETH ( 19 )

01.04.2016 20:23

Los relatos sobre los milagros hay que leerlos en clave, ya que los Evangelios como estamos viendo son relatos Apocalípticos, es decir, que tratan sobre una futura guerra contra el Imperio y no hay que leerlos de forma literal.

Después de comenzar Jesús su misión, estos los son cuatro milagros de curación que se mencionan: a un endemoniado, a la suegra de Simón Pedro, a un leproso y a un parálitico.

Por ejemplo, es obvio que el endemoniado tiene un vínculo con el Diablo, y recordemos que el Diablo fue alguien que intentó convencer a Jesús de no continuar con su proyecto, así que esos endemoniados eran gente cuya perspectiva política era antagónica a la de Jesús. ¿Qué significa que Jesús lo curó? Seguramente, que lo convenció para integrarse a su causa.


¿Qué podemos decir de la suegra de Pedro? No mucho, salvo que se trata de un personaje alejado de la vida pública. El hecho de que haya sido “sanada” implicaría, al igual que en el caso anterior y respetando la coherencia de los símbolos, que se trata de otro personaje atraído a la causa de Jesús.


Luego se menciona a un leproso, que equivale a alguien inmundo e imposibilitado para mantener contacto con la sociedad. Un excluido, en resumen. No es tan complicado imaginar a qué se puede referir, toda vez que documentos como la Regla de la Comunidad de Qumrán nos muestran que los Esenios fueron una secta muy excluyente.

Si trasladamos el asunto de la exclusión de su nivel simbólico (leproso contra sociedad), y lo reducimos al medio Esenio (excluido contra Esenios), estaríamos hablando de la rehabilitación de alguien que había sido señalado por el rigor Esenio como un excluido. Dicho de otro modo: o bien alguien que fue expulsado de la secta, o bien una “persona non grata” para la misma.


Finalmente, un paralítico, que en términos simbólicos casi es equivalente a la suegra de Pedro (alguien enfermo). Sin embargo, llama la atención que una parte importante de la discusión sobre el paralítico gire en torno a que Jesús le “perdonó los pecados”. Recuérdese que esta era una parte esencial del sentido espiritual de los baños rituales (bautismos) en Qumrán. Entonces, hay que seguir la coherencia del texto: aunque no se mencione el bautismo, se menciona un concepto inherente al mismo. Por lo tanto, podemos suponer que la discusión real fue si una persona en específico podía o no ser bautizada (purificada ritualmente). Evidentemente, según la ley Esenia no, pero a Jesús se le ocurrió decir que sí, lo que desató una controversia con los “escribas”.

¿De qué se trata, entonces, esta secuencia de milagros? Del modo en el que Jesús fue consiguiendo adeptos para su causa: a unos los tuvo que convencer (el endemoniado), a otros reivindicar (la suegra de Pedro y el leproso), y a otros prácticamente imponer (el paralítico).

¿ Te sorprende esta explicación? Lee el Apocalipsis de Juan y sabrás que no se puede leer literalmente, es todo en clave Apocalíptica. Te espero el Martes.

 


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